miércoles, 15 de junio de 2011

yo soy Habiba, y mi hija es Alma

No puedo dejar de reproducir el siguiente informe, el cual me ha llegado a través del blog http://maamapellapellcorambcor.blogspot.com/ de mi amiga Marta.

"Tres médicos de 3 hospitales diferentes han rebatido el informe en el IMMF explica las causas por las que han separado a madre e hija.
Después de leerlo estoy con los pelos de punta, ahora si que puedo decir que YO SOY HABIBA pues actúo exactamente igual que ella...
Os dejo el informe para que le echéis un vistazo. Es muy largo, pero vale la pena.

ATENCIÓN: Nos ha llegado un informe que queremos reproducir. Este informe, firmado por prestigiosos médicos de tres hospitales diferentes, echa por tierra cada una de las críticas que se han hecho a Habiba respecto a la forma de alimentar y criar a su bebé y que fueron las que se usaron como causas de separación entre madre e hija.
Os pedimos que copiéis y peguéis este informe y lo enviéis a la consejería de familia, a la consejería de sanidad y al defensor del pueblo, exigiendo la reunión urgente de madre e hija por la salud de la niña.
reclamaciones@salud.madrid.org
sanidadinforma@salud.madrid.org
oficina.atencion.ciudadano@madrid.org

Informe sobre la conducta maternal de Habiba con su hija Alma

Revisada la documentación de la retirada de custodia de Alma y centrándonos en el informe inicial sobre su madre, Habiba, concretamente en el apartado “con su hija”,

Que encabeza afirmando que “a Habiba le cuesta responder adecuadamente a las necesidades de Alma y no es consciente de lo inadecuado de determinadas conductas de riesgo y negligencia” y que en el párrafo siguiente dice “las pautas de alimentación, higiene y sueño (de Alma) no son adecuadas” y justifica las afirmaciones anteriores con los siguientes argumentos, que comentaré uno a uno:

“Los horarios y el tipo de alimentación son caóticos” y “utiliza la lactancia materna como chupete y juguete, ofreciéndole el pecho en el momento en que la niña llora y dejando que ella lo coja cuando quiera, sin importarle el momento y el contexto en el que esto sucede (despachos, pasillos)”.
La OMS y la UNICEF, la Academia Americana de Pediatría, los expertos de la Unión Europea y el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría recomiendan la lactancia materna a demanda y exclusiva durante los primeros 6 meses y, complementada con otros alimentos, hasta los 2 años o más. Porque la leche materna es el alimento más completo y el que más nutrientes, defensas y bacterias probióticas aporta durante esos primeros dos o más años. A demanda significa cuando la niña quiera y durante el rato que la niña desee. Pero, además, cuando una madre ofrece el pecho a su hija no sólo lo hace para alimentarla, sino para calmarla, para darle refugio, como alivio del dolor, como consuelo, etc. La actitud de Habiba respecto a su hija, sin ella saberlo, sigue las recomendaciones actuales respecto a su alimentación.

“Le ofrece los purés que preparan en la residencia, pero también otros alimentos sólidos inadecuados para su edad (de los que está comiendo ella). Durante los fines de semana, como tiene que encargarse ella de hacerle la papilla de frutas, la mayor parte de veces no se la da (le da el pecho)”
Las recomendaciones de la OMS y la UNICEF y del Comité de Expertos de la Unión Europea respecto a la alimentación complementaria dejan muy claro, insisto, que el alimento más completo para una niña de 18 meses, como Alma, es la leche materna. Si un bebé rechaza la fruta y toma el pecho en su lugar, recibe muchas más calorías, minerales, defensas y vitaminas. El objetivo de la alimentación complementaria es que el bebé se acostumbre a comer lo que sus padres comen. Por eso muchos padres, a partir del primer año, sientan a sus hijos/as a la mesa ofreciéndoles una oportunidad magnífica para que se familiaricen con la comida del adulto. De nuevo la actitud de Habiba es perfectamente adecuada y sigue las recomendaciones actuales.

“Se intentó que regularizara la lactancia y limitara los momentos de alimentación, como no parecía posible se planteó la posibilidad de que dejara de darle el pecho…”. “…continuó dándole el pecho. Se le dieron chupetes, pero tampoco los utilizó”
Hasta hora el informe se limitaba a describir, bajo un prisma totalmente equivocado e ignorando de las recomendaciones internacionales, la lactancia materna de Habiba y Alma. A partir de aquí, se deciden a intervenir. Nada de dar el pecho a demanda y si Alma quiere consolarse, que lo haga con el chupete. Es el primer error grave y, desgraciadamente, no el único. Por suerte, Habiba siguió su instinto, siguió amamantando a Alma y continuó haciendo lo mejor.

“No tiene unas pautas de sueño adecuadas. Desde el primer momento no quiso que la niña durmiera en la cuna y la acuesta con ella en la cama. Utiliza la cuna para dejar cosas y juguetes y en contadas ocasiones para dejar a la niña…”
En la actualidad, la mitad de los niños del mundo duerme cada noche con sus padres. No solo no se ha demostrado que pueda ser perjudicial para los bebés, sino que se ha visto que el sueño de la madre y de su hijo se sincroniza cuando duermen juntos, lo que le permite reaccionar rápidamente ante cualquier eventualidad o ante cualquier necesidad de su hijo/a. El niño se siente mucho más seguro y protegido en contacto con el cuerpo de su madre y puede acceder al pecho con facilidad sin que la madre apenas se despierte. Está descrito que el colecho (dormir en la misma cama que sus padres) favorece la lactancia materna a demanda. Los niños que duermen cada noche con sus padres lo hacen hasta que están preparados para dormir solos, cosa que ocurre a partir de los dos años.

“Habiba se muestra muy cariñosa con Alma, utiliza el contacto físico y la expresión verbal como vías de comunicación. La niña busca constantemente la referencia visual de su madre y se ha observado un cierto miedo ansioso a la separación.”
A pesar de que en este párrafo del informe se alaba la actitud cariñosa de Habiba, acaban insinuando que tiene consecuencias negativas. Otro gran error ocasionado por la ignorancia. Ya hace mucho que J. Bowlby describió los distintos tipos de relación de apego entre los bebés y sus cuidadores. Los bebés que han tenido la suerte de estar al cuidado de una madre solícita, dispuesta a calmar su hambre, su sed, su inquietud, sus temores con prontitud, aprenden a regularse a través de las respuestas de su madre y desarrollan lo que se llama una relación de apego seguro con ella. Los adultos que han disfrutado de una relación de apego seguro con su madre son más cálidos en el trato, porque su madre ha sido cálida con ellos; más estables emocionalmente, porque su madre les ha conferido estabilidad emocional; tienen relaciones íntimas más satisfactorias, porque la relación íntima más importante, la primera, la que han tenido con su madre, ha sido muy satisfactoria; son más positivas; más integradas; tienen perspectivas más coherentes de sí mismas; y, en contra de lo que comúnmente se cree, son más independientes. Los bebés que tienen una relación de apego seguro con su madre organizan su comportamiento alrededor de ella y, cuando su madre falta, manifiestan miedo (mientras están en la etapa de dependencia de su madre). Más adelante, serán más autónomos y, finalmente, más independientes.
Lo que Alma manifiesta en ausencia de su madre nos está confirmando que está desarrollando una relación de apego seguro con Habiba y es consecuencia de su trato tan amoroso y cercano, de llevarla en brazos continuamente, de dormir con ella y de amamantarla a demanda.

CONCLUIMOS QUE:

Los argumentos esgrimidos en el informe al que hemos tenido acceso no solo no justifican que la relación maternal de Habiba con su hija pueda ser perjudicial para Alma, sino que demuestran que Alma estaba perfectamente alimentada, cuidada y querida.
La decisión de separar a Alma de Habiba es dañina para ambas. Para Alma, porque se le somete a un estrés excesivo, el estrés de la separación, para la que todavía no está preparada, y se le priva del mejor alimento y de los mejores cuidados que puede recibir, cortando bruscamente una relación de apego seguro con su madre.
El estrés tiene consecuencias físicas (mayor riesgo de infecciones, pérdida de peso) y psicológicas.
Cuanto más dure la separación, mayor será el daño infringido a Alma.
Se debería revocar dicha decisión cuanto antes para minimizar los daños causados. Rectificar es de sabios.

Tarragona, a 13 de junio de 2011

Adolfo Gómez Papí
Médico adjunto. Servicio de Pediatría
Hospital Universitario de Tarragona “Joan XXIII”
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría

Sevilla, a 13 de junio de 2011

Josefa Aguayo Maldonado
Jefa de Sección de Neonatología
Hospital Virgen del Rocío. Sevilla
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría

Madrid, a 13 de junio de 2011

M Carmen Pallás Alonso
Jefe de Servicio de Neonatología
Hospital 12 de Octubre. Madrid
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría"

Lo primero que he hecho ha sido remitir el informe a las direcciones de correo, además de al IMMF, aunque todas las direcciones de correo estaban saturadas (eso es buena señal, sus buzones están llenos).

Lo segundo, afirmar que me siento plenamente identificada con Habiba en los siguientes puntos:
1) Yo también le doy el pecho a mi hija siempre que me lo pide, y a veces incluso cuando no me lo pide. La teta, además del mejor alimento que pueda recibir, es consuelo, amor, cariño... así que es lógico que cuando llore se la ofrezca y ¡milagro! siempre la calma al momento. Además, se la doy sin importar quien me esté mirando o donde esté. Me tiene ocurrido de darle la teta mientras hacemos la compra, incluso mientras ella está sentada en el carrito de la compra... ¿quizá también debieran intentar retirarme a mí la custodia?
2) Yo no soy muy partidaria de las papillas, mi hija come lo mismo que yo, desde los 6 meses adaptado a su alimentación y a partir del año tal cual lo como yo (aunque cocino bajo en sal y con pocas grasas, aprovechando para al mismo tiempo cuidar mi alimentación). El baby led weaning, como así se le llama, es muy beneficioso para conseguir una transición adecuada a la alimentación de adulto.
En ocasiones, si estamos de paseo y nos pilla la hora de la merienda, o si lo que hay de comer no le ha bastado o no le ha gustado, le doy el pecho a cambio. Así siempre estoy tranquila, ya que siempre estará bien alimentada y no tengo que preocuparme de la cantidad de alimento que ingiere.
3) Nosotros también colechamos, y tenemos una cuna que jamás hemos estrenado. Sólo la usaba cuando mi hija era más pequeña si estábamos solas en casa y tenía que ir al baño. Así dormimos los tres mucho mejor, y además está demostrado que incluso previene la muerte súbita del lactante, en contra de lo que se pueda pensar, porque estamos más atentos a ella. Durante la noche se despierta varias veces y mama mientras ambas seguimos descansando sin casi enterarnos.
4) El que Habiba y Alma hayan desarrollado una relación de apego seguro, la cual es indudable por el informe esgrimido (incluso por el informe del IMMF para quien tenga un mínimo de sentido común) es la mejor prueba de la barbaridad que se ha cometido al separarlas.
Por favor, no dejemos que pasen un sólo día más separadas, ya van 16 días, que ya han causado demasiado daño.

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